Una nueva batalla en la lucha por el derecho al aborto se está librando en Estados Unidos. Resulta que el juez de Texas, Matthew Kacsmaryk —de tendencias ultraconservadoras—, deberá deliberar si el uso de la mifepristona seguirá siendo legal; esta es una pastilla para abortar y es usada en casi la mitad de los casos en el país. La discusión legal surgió a petición de un grupo católico ultraconservador que exige que se regule su consumo. De momento Kacsmaryk no ha comunicado su decisión, aunque de fallar en favor de los religiosos el Departamento de Justicia advirtió que apelará la decisión.