Hay un nuevo escándalo político en el horizonte de Argentina. Resulta que el gobierno de Alberto Fernández le pidió al Congreso que inicie un juicio contra el presi de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, y sus otros tres integrantes. Esto porque no le latió que la Corte emitiera un fallo que obliga al gobierno a gastar más plata en Buenos Aires —el distrito más rico y donde gobierna la oposición—. O sea, le molestó que metieran su cuchara en decisiones del Congreso Nacional, pues este dinero no está contemplado en el presupuesto. Esto anda polarizando a la sociedad argentina, que en octubre celebrará elecciones presidenciales.