Se habían tardado mucho
Lo prometido es deuda, aunque puedas darte el lujo de tardarte tantito en pagarla. Este es el caso del gobierno de Alemania, que desde que Putin empezó la invasión a Ucrania, había llenado Kyiv con promesas de ayuda militar que, hasta ahora, no se habían materializado. Por esta razón, el canciller Olaf Scholz se llenó de críticas por parte de propios y extraños, que lo tacharon de mentiroso por no entrar de lleno en la defensa del país invadido, incluso se lo recordaron en su reciente reunión con el presidente Volodymyr Zelensky.
Ya era hora
¿Ya le cayó el veinte? Por fin, tras casi cuatro meses de guerra, ya aterrizaron en Kyiv 12 obuses autopropulsados Panzerhaubitzen 2000 firmados por Berlín, terminando con la controversia y empezando, formalmente, la etapa de auxilio militar alemán. Cabe decir que estos artefactos son algunos de los sistemas de artillería más top de todo el mundo. Al final, un Scholz que ahora sí se alzó el cuello, dijo bastante convencido que están dispuestos a seguir apoyando “de forma masiva”.
Apenas está agarrando ritmo
Lo cierto es que el nuevo mandatario apenas está agarrando la onda mundial y además le tocaron momentos ajetreados. Y es que Scholz apenas lleva poco más de seis meses en su puesto, por lo que no ha podido todavía posicionarse en la geopolítica mundial ni del continente.
El canciller ofreció una conferencia este miércoles donde habló de las tres importantísimas cumbres que se le vienen en camino: el Consejo Europeo en Bruselas, la reunión del G-7 en Alemania y la de la OTAN en Madrid. A ver si en estos encuentros puede seguir dándole seguimiento al tema de la ayuda.