Hay quienes aseguran que el régimen golpista de Myanmar tiene a la expresidenta elegida democráticamente, Aung San Suu Kyi, aislada y recluida en una prisión hecha de bloques de hormigón sin persianas en un campo de prisioneros en medio de la jungla. Al menos así lo ha contado Sean Turnell, quien en su momento fue asesor económico de la líder derrocada. Esto lo dijo porque también fue un prisionero político de los militares y, después de 650 días en cautiverio, acaba de ser liberado. Eso sí, para no estresarnos tanto, el académico australiano también contó que Aung estaba de “buen ánimo”.