¿Te imaginas echarte una ensalada y de la nada andar bieeen mal tripeado? Pues algo así le pasó a más de 114 personas en Australia después de que se echaron unas espinacas. Todo porque estaban contaminadas de una toxina desconocida que proviene de una hierba que es peligrosa si se ingiere. Los síntomas que tuvieron fueron delirios, confusiones, alucinaciones, pupilas dilatadas, latidos cardíacos rápidos, enrojecimiento de cara, visión borrosa, así como sequedad en la boca y piel. Incluso un niño terminó hospitalizado. Ahora las autoridades sanitarias retiraron del mercado unos 13 alimentos a base de espinacas.