Nadie sabe qué le pasó por la cabeza a Lee, un pasajero que el pasado viernes, 26 de mayo, abrió la puerta de un avión de Asiana Airlines minutos antes de que este aterrizara en Daegu, Corea del Sur. Lo hizo a unos 200 metros de tocar tierra, provocando vientos durísimos al interior del Airbus A321 que lesionaron a varios pasajeros. Por esta imprudencia fue detenido y un tribunal lo acusó de no respetar la ley de aviación surcoreana. Además, pidieron mantenerlo bajo custodia para que no se le ocurriera escapar. Tras ser interrogado, el acusado juró que tenía la urgencia de bajarse de la aeronave rápidamente.