Dos supremacistas blancos fueron detenidos en Estados Unidos por andar planeando la destrucción de Baltimore. ¿Como supervillanos de peli? Más o menos. Son Sarah Clendaniel y Brandon Russell, ambos con antecedentes penales y con ideología neonazi. Según el Departamento de Justicia, tenían en mente echar abajo la red eléctrica de esta ciudad de unos 600,000 habitantes disparándole a unas cinco plantas de energía, haciendo explotar sus transformadores y provocando un caos. Todo por tener motivaciones racistas; el tema es que la mayoría de la población de esta urbe es negra. De ser declarados culpables por querer destruir una planta podrían pasar 20 años encerrados.