Al final de cuentas, “Bibi” Netanyahu se decantó por despedir a su ministro de Salud e Interior, Aryeh Deri, tal y como se lo exigió el Tribunal Superior de Israel. Aunque la decisión la tomó a regañadientes, lo cierto es que esta movida calmó un poquito las aguas entre su gobierno con el poder judicial, que no quería que el líder del partido ultraortodoxo Shas siguiera en el cargo por las condenas penales que tiene encima. Ahora se espera que el primer ministro israelí ponga en el cargo a otro miembro de este partido para tener a gusto a su coalición de ultraderecha.