La democracia en Israel está pendiendo de un hilo después de que el gobierno ultraderechista de Benjamin Netanyahu presentó un plan que pretende limitar el poder Judicial. Si se convierte en ley, la mayoría simple del Parlamento podría anular las decisiones de la Suprema Corte, lo que le daría a “Bibi” y su coalición la facultad de invalidar las decisiones de la Corte cada que quiera. Ante esto, varios críticos salieron a decir que si este plan llega a aprobarse, los cargos de corrupción que trae encima Netanyahu podrían quedar absueltos. Asimismo, defendieron a la Corte argumentando que sirve como protectora de los derechos de las minorías.