Como el amor de la vida de Mako de Akishino, princesa de Japón, no es de sangre azul, la sobrina mayor del emperador Naruhito renunció a su vida de realeza al casarse con Kai Komuro. Su noviazgo inició hace tres años, cuando se conocieron en la universidad y desde entonces los paparazzis y el chisme público no los han dejado en paz ni un momento, ya que el enamorado no tiene ni media gota de nobleza. Pero Mako decidió que el amor valía más que un título nobiliario, así que después de la boda de ayer, se irá a vivir a Nueva York con su ahora esposo.