Esto es importante pues a diferencia de la reforma electoral, el Plan B únicamente necesitaba que la mayoría simple la respaldara. O sea, la mitad de la Cámara más un voto. Ante ello, Morena sacó adelante el tan esperado veredicto en cuestión de unas cuantas horas.
¡Espéeerate! Porque el chisme se pone todavía mejor
Resulta que cuando la bancada de Morena estaba lista y emocionada para aprobarla, sus aliados del PVEM y el PT se pusieron sus moños y con muchos "peros" dejaron la propuesta pendiendo de un hilo. El caso es que Morena ya no necesitó comerse sus bolillitos pal susto, pues al final lograron limar asperezas, modificaron algunas cositas y votaron a favor de un Plan B, que ya para este punto tenía más cara de Plan C…
Tons ¿qué fue lo que se terminó aprobando?
Fueron dos iniciativas. La primera plantea eliminar varias oficinas súper importantes en la estructura del INE, así como hacer más cortos los periodos de los procesos electorales. Mientras que la segunda busca cambiar otras dos normas para limitar esto de la “propaganda gubernamental” con tal de que los funcionarios públicos puedan soltarse más sin temor a ser castigados.
Por otra parte, condiciona que sí o sí se cumpla con la paridad de genero en las candidaturas y establece que los consejeros electorales no podrán ganar más que el presidente del país. También obliga a las y los diputados a separarse del cargo cuando busquen una reelección. Igual extinguieron dos fideicomisos del INE de unos 1,030 millones de pesos y eliminaron la posibilidad de que el órgano electoral pueda crear nuevos fondos o fideicomisos.
¡Pero eso no es todo! Sacaron las tijeras y recortaron dos fideicomisos del INE de unos 1,030 millones de pesos y eliminaron la posibilidad de que el órgano electoral pueda crear nuevos fondos o fideicomisos.
No podían faltar unos detallitos
¿Te acuerdas que te contamos que el PT y el PVEM se pusieron sus moños? Pues resulta que solo accedieron a quitárselos bajo la condición que los partidos políticos tuvieran chance de transferirse votos entre ellos, y que puedan seguir recibiendo, de vez en cuando, un dinerito por parte de los estados —bajo la excusa que cuentan con su registro nacional— aún si se perdió el registro en la entidad. Ah, y por último —pero no menos importante— este plan les dejará crear “guardaditos” cada año para financiar las elecciones siguientes.
Y ¿qué fue lo que no se aprobó?
Con lo que sí se tuvieron que quedar con las ganas los de Morena fueron algunas cosillas: La primera es que el INE no cambiará su nombre a Instituto Nacional Electoral y de Consultas (INEC); la segunda es que el número de diputados no se reducirá a 300, sino que quedará en 500 —como está ahorita—. Lo mismo pasó con el número de senadores, a quienes intentaban reducir a 96 pero seguirán siendo 128 y, por último, el número de consejeros electorales, en vez de pasar a ser únicamente siete, seguirán siendo 11.
Otro de los puntos que se mandaron a volar fue la posibilidad de elegir a los consejeros electorales y magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) mediante voto popular. Por otro lado, la posibilidad de quitar el financiamiento público a partidos políticos cuando no haya campañas electorales fue un sueño guajiro que no logró materializarse, así como la eliminación de los órganos electorales locales y que para que las consultas populares fueran vinculantes bastaba con que hubiera menos participación —del 40% al 33%—.
¡Saquen las tijeras!
Fue lo que pensó AMLO cuando vio que la Cámara de Diputados autorizó cortarle al INE unos 3,500 millones de pesos. Algo que, con un plan A, B o C, el líder mexicano se negaba a que no sucediera. Todavía después de lo que se aprobó, Morena tuvo la audacia de decir, triunfalmente, que "El INE sí se toca". Pero bueeeeeno, todavía es muy temprano para cantar victoria, pues la iniciativa apenas arribó a los pasillos del Senado para que sea sometida a revisión.
Y allá, ¿cómo pinta la cosa?
Lo cierto es que en la Cámara Alta se la quieren llevar más leve. De momento, el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, aseguró que quieren manejar la discusión de la iniciativa “sin precipitaciones”, por lo que aplicó la de "vamos lento que tenemos prisa" y descartó la idea de votar esta iniciativa en fast track, que es como sucedió en la Cámara de Diputados.