Dicen que “más vale tarde que nunca” y eso al menos en Royal Mail se lo toman muy en serio. Resulta que este servicio de correspondencia del Reino Unido por fin entregó una carta que estaba perdida desde 1916. Con un ligero retraso de más de un siglo, llegó a un buzón de Crystal Palace, en Londres. De hecho, apareció en 2021, pero el asunto tuvo revuelo porque la revista de historia The Norwood Review le echó un ojo. Tristemente, la casa a la que estaba dirigido el mensaje fue demolida hace mucho tiempo y, bueno, obvio no llegó a tiempo con su destinatario.