Los incendios forestales que empezaron la semana pasada no le están dando tregua a Chile, que ya registró 26 muertes, más de 1,559 casas destruidas y unas 274,000 hectáreas quemadas. Además, se estima que hay más de 1,000 personas heridas según el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres del país. Y la cosa no pinta para que termine pronto, dado que todavía hay 260 incendios activos: 51 están combatiéndose, hay 140 controlados y los demás están siendo monitoreados. De momento, el presidente Gabriel Boric decretó el estado de excepción de catástrofe en las tres regiones más afectadas.