Para aligerar un poquito la tensión y poner las cartas sobre la mesa, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el principal diplomático de China, Wang Yi, se regalaron unos minutos en medio de la Conferencia de Seguridad de Múnich, que tuvo lugar este sábado. De repente se citaron para hablar sobre los roces que han tenido en los últimos días las superpotencias. El tema que ambos traían atorado era el del globo chino que fue derribado por andar en el espacio aéreo estadounidense.
¿Se pidieron disculpas y dijeron que no se volvería a repetir? Nope. De hecho, el enviado de Pekín fue claro en este foro diciendo que la reacción de Washington fue exagerada y hostil. En contraste con Blinken, que le exigió a su homólogo que le dijera a sus superiores que respeten el cielo de su país. Otro asunto que salió a colación fue la amistad ruso-china, que no tiene nada contentos a los estadounidenses. Al respecto, el mensajero de Biden fue claro con que China no debe andar taaan de manita sudada con Moscú y, mucho menos, ayudarle en su invasión a Ucrania. De hacerlo, les advirtió que habría “graves consecuencias”.