Creo que después de años de intentos fallidos, en estos años Hollywood por fin le ha agarrado el hilo a adaptar videojuegos al cine y la televisión. Mientras que en su momento tuvimos que superar cosas como Assassin’s Creed o El príncipe de Persia, que dejaron mucho que desear, ahora en muy poco tiempo pudimos ver: The Last of Us, que es una joya; dos películas de Sonic, que aunque también, malonas, están cumpliendo con lo que se necesitaba de ellas; y ahora Super Mario Bros. La película se convirtió en la más taquillera del año.
La historia no tiene nada de complejo: Mario y Luigi son un par de plomeros italianos en Brooklyn, que decidieron decepcionar a sus padres y emprender su propio negocio, que por azares del destino terminaron perdidos en otros mundos. Mario entonces tiene que encontrar la forma de salvar a su hermano, enamorar a la princesa y detener al poderoso Bowser.
Pese a esto, hay mucha gente a la que no le gustó. A ver, entiendo por qué, pero creo que es el tipo de películas que tenemos que apreciarla por lo que son: una historia para revivirnos la nostalgia y dejarnos un muy buen rato. Y con eso cumple: yo salí del cine carcajeado y hasta dos días después sigo cantando “peaches, peaches, peaches” como si no hubiera un mañana.
¿Por qué sí ver la película de Mario?
Como dije: sé por qué tal vez no a todo el mundo le haya encantado esta película. Fuera de los fans puristas, por los que no puedo hablar, sí reconozco que la película por momentos se siente muy rápida y cada una de las partes del guion no se pueden disfrutar en su totalidad. Sin embargo, como dije también… No fui al cine a ver Mario Bros porque esperara ver El ciudadano Kane (que no iría a ver al cine, la verdad). Fui a ver a Mario y a Luigi, a reírme y a tener lindos recuerdos de mi infancia. Punto.
Y a ver a Jack Black. Bueno, a escuchar. Dios, yo les diría que vieran esta película sólo por Jack Black, porque ese actor es garantía de un buen rato: ya sea como un músico que finge ser maestro, como una quinceañera en el cuerpo de un adulto en un videojuego, o como un monstruo tortugoso gigante con ganas de conquistar mundos. Jack Black es garantía de quebrarse de la risa.
Pudiendo hacer lo mismo, hicieron
Sí, Mario Bros no es LA película ni pretende serlo. Sin embargo, hay un par de cosas que sí les reconozco en cómo le dieron la vuelta (y lo agradezco). Para empezar: a diferencia de la constante en buena parte de los juegos, en la película la princesa Peach pasa de ser una damisela en apuros a ser rescatada y se vuelve un personaje activo e importante en la historia (y Anya Taylor Joy es una gran Princesa Peach).
Y segundo: el giro que le dieron a Bowser, que no deja de ser el villano malote y terrorífico… pero al que también quieres apapachar. Una vez más: Jack Black se lleva el mérito de esto.
Super Mario Bros es una de las películas más divertidas que he visto en el año y creo que para lo que necesitamos de ella, cumple con creces. Estoy seguro de que, tanto en el cine como en streaming, una vez que llegue, va a ser una película a la que regresemos de tanto en tanto cuando queramos desentendernos de la vida un ratito… y valdrá la pena.