Tal parece que los roces entre el gobierno de Argentina y el poder Judicial no van a terminar pronto. En este nuevo capítulo de la guerra entre los poderes argentinos, tres de los cuatro jueces de la Corte Suprema determinaron este martes —9 de mayo— suspender las elecciones en las provincias de San Juan y Tucumán, que estaban programadas para el próximo domingo 14 de mayo para elegir a las nuevas autoridades ejecutivas y legislativas.
Resulta que la oposición le había pedido a la Corte que desarmara un evento que ellos consideraban como una trampa legal, pues los dos políticos peronistas —la facción política afín a Fernández— que lideraban ambas provincias se habían estado alternando en los cargos de gobernador y vice, haciendo trampa y saltándose el límite legal de ejercer estos mandatos.
Fue el presi Alberto Fernández, que dio bien enojado un discurso en cadena nacional, en donde declaró que la democracia de su país es “rehén” de un “grupo de jueces”.
¿Y por qué el titular del Ejecutivo se enojó si el asunto era con las provincias? El meollo del asunto está en que desde hace meses su gobierno tiene roces con los tribunales, al grado de tener a una bolita de legisladores cocinando un proceso de juicio político para los jueces de la Corte Suprema, a quienes acusa de entrometerse con las facultades del Congreso.
No podemos dejar de lado que Argentina se encuentra sumida en un montón de líos que van desde una terrible inflación que supera el 100% anual, pasando por el hecho que el gobierno se encuentra a cinco meses de cambiar de presidente.
