Oficialmente puedes poner en tu Linkedin que llegaste al tercer aniversario desde que surgió la pandemia de COVID-19. ¿Lo puedes creer? Pero, a pesar de que ya contamos con vacunas que convierten al cobicho en una enfermedad más llevadera, el mundo aún no ha logrado determinar con certeza cuál fue el origen de este padecimiento, que ha cobrado la vida de casi 7 millones de personas. Aunque hay varias teorías… unas más creíbles que otras.
Sobre esto último, este lunes —20 de marzo— salió un informe realizado por un grupo de investigadores de varios países, que muestra datos analizados de ADN que sugieren que a principios de la pandemia había animales infectados por el virus SARS-CoV-2 en el mercado de Huanan, en Wuhan, la ciudad china en la que se registraron los primeros casos positivos. Estos pudieron ser mapaches, puercoespines de Malasia o ratas de bambú.
Las muestras genómicas que se revisaron —nunca antes vistas— fueron recolectadas por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China, ya que unos científicos se fueron a dar un rol al mercado de Huanan en Wuhan durante los primeros días de la pandemia.
Eso sí, aunque parte del informe se filtró la semana pasada después de una reu de expertos de la OMS que llevan un buen rato investigando los orígenes del virus, esta nueva info le proporcionó al mundo una imagen más detallada sobre los posibles causantes que se encontraban dentro del mercado. O sea, sugiere que la transmisión se dio de animales a humanos, quitándole más peso a la teoría que toda esta tragedia sanitaria surgió de un laboratorio en Wuhan...
La noticia les cayó como balde de agua fría. Sobre todo porque la administración del presidente Joe Biden promulgó a principios de semana un proyecto de ley con el que ordenó desclasificar y publicar los materiales de inteligencia de su país sobre los posibles vínculos del brote con el laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan.
Esta teoría, que supone que el virus se propagó tras su filtración durante una investigación en el lab, obviamente ha sido rechazada en las filas del gobierno chino, aunque varios representantes del Congreso estadounidense quieren hacer hincapié en el asunto, justo cuando la relación entre las potencias es delicada.
