Cuatro días después de la publicación del NYT de un polémico reportaje sobre espionaje a periodistas y activistas en México, el presidente Peña Nieto decidió responder. Dijo que él mismo se había sentido espiado y que ha dado todas las indicaciones para las investigaciones correspondientes. El problema llegó al final, cuando dio a entender que la ley se aplicaría contra “aquellos que han levantando estos falsos señalamientos contra el Gobierno”. A los periodistas les sonó a amenaza e inmediatamente salieron a atacarlo, tras lo cual tuvo que salir a aclarar que por supuesto él no tendría ninguna acción contra la libertad de prensa.
¡DECÍDETE ENRIQUE!
23 de junio de 2017 - 04:41