Un carro bomba dejó al menos 80 muertos y 300 heridos en Kabul, la capital de Afganistán. La explosión ocurrió cerca de la embajada alemana, en un área teóricamente súper segura de la ciudad, y en hora pico cuando las calles estaban atestadas de gente. La población entró en pánico, casas a cientos de metros resultaron afectadas, y más de 30 vehículos fueron destruidos. Aunque hasta ahora ningún grupo se ha hecho responsable, la ciudad ha sido víctima tanto de los talibanes como del Estados Islámico en el pasado. Y en este caso las sospechas apuntan hacia los talibanes quienes han intensificado su ofensiva durante esta primavera. ¿Algo más? La situación de Afganistán es especialmente complicada pues no sólo es blanco permanente de ataques por parte de estos grupos islamistas, sino que un tercio del país está en su control. ¡Y ni las tropas extranjeras ni los militares afganos han podido hacer nada al respecto! El presidente expresó su dolor, especialmente cuando esto sucede “en el mes sagrado del Ramadán, un mes de bondad, bendiciones y plegarias”.