En nuestra sociedad, la diversidad sexual y de género se ha convertido en un tema fundamental en la lucha por los derechos humanos y la igualdad. La diversidad sexual y de género abarca todas las posibilidades existentes para que las personas se expresen y vivan su sexualidad, preferencias e identidades. Es esencial reconocer que la diversidad ha estado presente en todas las épocas y en todos los lugares, pero vivimos en una sociedad que únicamente reconoce y valora dos identidades: hombre y mujer.
El binarismo de género tiene un impacto directo en la configuración de las esferas social, política y económica, en donde históricamente los hombres han desempeñado un papel dominante en la estructura de poder. Las mujeres y las personas con identidades de género distintas han sido discriminadas e invisibilizadas por estas estructuras de desigualdad que limitan su acceso a oportunidades y derechos.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG) 2021, 1 de cada 20 personas en México se auto identifica como LGBTQIA+. Los datos muestran una apertura en los temas de diversidad en el país, por lo menos desde la parte de autoidentificación. No obstante, seguimos viviendo en el mundo de la desinformación, el binarismo y el amarillismo heteropatriarcal. ¿Sabías qué? A más de 3.7 millones de personas les han negado un empleo por ser población LGBTQIA+, es como si toda la población del estado de Hidalgo hubiera sido rechazada para un trabajo por salirse de la heternormatividad (Juárez, 2023).
Seguimos viviendo en una época en donde utilizar lenguaje incluyente puede ser objeto de burla, humillación y muchas veces violencia. Durante el tiempo que hemos trabajado en estos temas desde Lentes Púrpura, nos hemos cuestionado de manera constante de dónde viene la violencia de género enfocada en la diversidad sexual. Hemos encontrado que el momento en el que la sociedad determina que por ser “mujer” u “hombre” se tienen que cumplir ciertas expectativas es la raíz de esta desigualdad.
La violencia viene desde el momento en el que se decidió de manera política, social, económica y religiosa que hay una única forma de ser, de amar, de actuar y de vivir y que, cualquier persona que se salga de la norma debe de ser castigada. Además de promover la violencia, esta mentalidad limita la libertad individual y el pleno desarrollo de la personalidad.
Promover la diversidad sexual y de género no solo es una cuestión de justicia social, sino también de respeto, dignidad y equidad. Es sumamente importante desafiar y cuestionar las normas establecidas y promover la educación para abordar estos temas y crear entornos seguros, incluyentes y respetuosos. La educación desempeña un papel fundamental para fomentar la empatía y la comprensión de las experiencias de las personas que se salen del binarismo de género.
El respeto y la aceptación no son opcionales. Es responsabilidad de todas las personas promover la igualdad y cuestionar las normas restrictivas para construir una sociedad que celebre y valore la diversidad sexual y de género. Un primer paso importante es formar parte de los espacios de reflexión, aprendizaje y desaprendizaje para construir redes de apoyo y entendimiento.
En este contexto, nuestros talleres de diversidad son una herramienta esencial para promover estos valores desde el nivel individual hasta el colectivo. Estos son espacios seguros en donde se promueve el respeto, la comprensión y la inclusión, y cuestionamos los sesgos inconscientes que restringen la construcción de comunidades más equitativas y justas. A través del diálogo y la escucha activa, derribamos los estereotipos que perpetúan la disciminación para generar conexiones humanas más profundas.
La diversidad sexual y de género es una característica intrínseca de la condición humana y negarla solo hace que la discriminación y la violencia persistan en nuestra sociedad. Es momento de desafiar las normas establecidas, erradicar la violencia y construir una sociedad más equitativa para todas las personas.
Aprendamos a ser aliades activos de la comunidad LGBTQIA+, aprovechemos las oportunidades para escucharles y educarnos a través de sus experiencias, y ampliemos nuestro conocimiento para desafiar los estereotipos y prejuicios arraigados. En Lentes Púrpura creamos espacios seguros e incluyentes para abrirnos hacia la diversidad de experiencias humanas, ¡te esperamos!