Puede ser que “El Chueco” ya no esté entre nosotros. Resulta que esta semana personas encontraron un cuerpo que parece ser el de José Noriel Portillo Gil, el líder de un grupo criminal llamado Gente Nueva —considerado como el brazo armado del Cártel de Sinaloa en Chihuahua— y principal sospechoso del asesinato de dos sacerdotes jesuitas, un guía turístico y otro hombre en la Sierra Tarahumara el 21 de junio del año pasado.
Tras ser reportado el cuerpo, las autoridades acudieron a la Sierra de Choix, donde estaba; presentaba signos de violencia e indicios de haber muerto hace tiempo. Así lo informó el fiscal de Chihuahua, César Gustavo Jáuregui.
Aunque tanto la Guardia Nacional como la Secretaría de Defensa están esperando los resultados de las pruebas de ADN —algo que puede tardar hasta dos o tres días “dependiendo del estado del cuerpo”—, este miércoles —22 de marzo— Diana Carolina Portillo, reconoció el cuerpo de su hermano, El Chueco.
FYI, El Chueco ha sido un criminal súper buscado; Imagínate que el Gobierno mexicano estableció una recompensa de cinco millones de pesos a cualquiera que diera una pista de su paradero.
Durante la mañanera de este miércoles —22 de marzo— AMLO sacó el tema a colación comentando que todavía no está confirmado si es o no su cuerpo, pero ya se está haciendo un análisis “a cargo de la Guardia Nacional y de la Secretaría de Defensa para poder informar si se trata del delincuente que le quitó la vida a los sacerdotes jesuitas en Urique, Chihuahua”.
La Compañía de Jesús, la organización religiosa a la que pertenecían los sacerdotes que fueron asesinados, publicó un comunicado en el que señalaron que, en caso de que se confirme que el cuerpo era de El Chueco, "de ninguna manera puede considerarse como un triunfo de la justicia ni como una solución al problema estructural de violencia en la sierra Tarahumara.
Por el contrario, la ausencia de un proceso legal conforme a derecho con relación a los homicidios implicaría un fracaso del Estado mexicano frente a sus deberes básicos y confirmaría que en la región las autoridades no detentan el control territorial”.
