Imagina ser chief de una empresa, preguntarle a tus clientes si les gusta tu trabajo y que estos te digan que ayudarías más haciéndote a un lado. Esto le pasó al multimillonario Elon Musk, que el domingo pasado hizo una encuesta desde su cuenta de Twitter para preguntarle a la gente si debería quedarse o renunciar como CEO de la red social. Y adivina… de 17 millones de votos, el 57.5% alzó su voz tuitera para decirle que debería tirar la toalla. Ojo, porque el magnate había prometido cumplir con lo que dijera la democracia digital. De momento, no ha dicho nada.