¿Y esta rosa?
Se le iluminaron los ojos a Emilio Lozoya después de que la justicia mexicana le concedió una de cal por las que van de arena. Y es que, como recordarás, ya lo andaban acusando también por defraudación fiscal, sumándose a los cargos que está enfrentando en los frentes legales que tiene por los casos de Odebrecht y Agronitrogenados. Al final, en una audiencia para determinar si este tercer problemita legal se le venía encima, a él y a su defensa se les hizo fácil poner en la mesa 2,6 millones de pesos —alrededor de 130,000 dólares— como indemnización y, de esta forma, el juez le dijo que está bien, que ahí muere.