Por otro lado, durante la madrugada de este jueves —1º de diciembre— otro sobre con explosivos llegó a una base aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid —una instalación militar, donde se ubican instituciones españolas y organismos conjuntos de la OTAN—; por fortuna, la situación se mantuvo bajo control y nadie resultó herido. Horas después, a eso de las 9 a. m., el Ministerio de Defensa detectó un paquete sospechoso que iba dirigido a la ministra Margarita Robles, pero terminó siendo manejado por un escuadrón antibombas.
El último sobre fue recibido la tarde de este mismo jueves en la embajada de Estados Unidos en Madrid. El Ministerio del Interior de España dijo que la carta bomba fue manejada por agentes de seguridad en una explosión controlada.
¿Qué hicieron las autoridades al respecto?
Ante tantos intentos de ataque, las autoridades españolas se encuentran evaluando cada uno de estos sobres y examinando si tienen algún vínculo con la invasión de Rusia en Ucrania. Y es que, si bien España se ha dedicado a apoyar a Ucrania desde que inició la agresión rusa —no sólo recibió a 130,000 refugiados ucranianos, sino que ha proporcionando armas y varo a Kyiv—, esta situación podría marcar un parteaguas en el conflicto entre Rusia y Ucrania, pues sería la primera vez que este tenga consecuencias directas en el país español.
Es por ello que las autoridades de seguridad decidieron subirle varias rayitas a la seguridad en sus edificios gubernamentales y, de paso, la embajada de España en Ucrania publicó un comunicado donde condenó el ataque y dijo que los agresores deberían ser llevados ante la justicia.
Por su parte, la embajada de Rusia en España dejó bien claro que “cualquier amenaza o acto terrorista, más aún, dirigido contra una misión diplomática, es totalmente condenable”.