Por otra parte, el secretario de Estado de la Casa Blanca, Antony Blinken, se echó una llamadita tensa con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, a quien le pidió el favor de liberarlo. También aprovechó para pedirle la liberación de Paul Whelan, un exmarine condenado en Rusia por espionaje por allá del 2020.
Mientras tanto, en Moscú…
En respuesta, Lavrov insistió en un comunicado que el reportero “había sido sorprendido in fraganti intentando obtener información clasificada” y recalcó que ni de broma les van a cumplir estos deseos. Por último, le sugirió a su homólogo estadounidense que no meta las narices donde no lo llaman y que respete las decisiones de las autoridades rusas.
Mientras tanto en San Petesburgo, la policía rusa anduvo investigando la explosión de un café que dejó heridas a 16 personas y terminó con la vida del bloguero militar pro-Kremlin, Vladlen Tatarsky, que tenía más de 560,000 seguidores en su página de Telegram en donde narraba y promovía la invasión rusa de Ucrania.
Una noticia que parecía de April’s Fool
Por último, te traemos una noticia que parece broma pero es anécdota: Cómo ves que el Consejo de Seguridad de la ONU, una entidad encargada de mantener la paz y la seguridad mundial, anunció que Rusia, un país cuyo presidente recientemente recibió una orden de arresto por parte de la Corte Penal Internacional (CPI) por supuestamente secuestrar a miles de niños ucranianos durante su invasión, ahora ocupará el puesto presidencial organismo.