Después de seguirles la pista,el FBI desmanteló una red que se dedicaba al ransomware, o sea, al secuestro de datos. Resulta que desde junio del 2021, el grupo Hive hizo sus fechorías desde la dark web —un espacio de Internet de difícil acceso—, desde donde bloqueaba los sistemas de empresas, hospitales, colegios, entidades financieras o instituciones para después chantajearlas con tal de que les permitieran de nuevo el acceso. Imagínate: tuvieron más de 1,500 víctimas en 80 países, de donde sacaron más de 100 millones de dólares. Ahora que los frenaron, el Departamento de Justicia estadounidense dijo que pudieron “hackear a los hackers”.