¿Tirar la toalla? Al parecer eso no es opción para el movimiento contra la reforma de las pensiones de Francia. Esta vez, las y los manifestantes llevaron a cabo la duodécima jornada de protestas y huelgas contra la ley con la que el presidente Emmanuel Macron pretende aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030. Lo hicieron antes de que el proyecto sea revisado por última vez en el Consejo Constitucional —que es como un máximo tribunal—, que hoy mismo dará su veredicto final. Se espera que diga si le da luz verde a la reforma o la frena.