Un juicio que se fue volando
Gary Connery es un paracaidista que se hizo famoso después de que en los Juegos Olímpicos de Londres en el 2012, se disfrazó como la reina Isabel II y se aventó de un helicóptero junto al actor que interpreta a James Bond, Daniel Craig. El día de ayer volvió a aparecer en los titulares de los periódicos pero, esta vez, no fue por alguna maniobra que realizó en el aire, sino porque fue condenado en los tribunales británicos a 18 meses de prisión por haber realizado acciones violentas en contra de Tania Brass, su expareja, quien terminó con un hombro destrozado y un corte en la cabeza.