Cuando te digan que las protestas no sirven para nada, cuéntales que en TLK leíste sobre Georgia, donde las y los manifestantes lograron que el gobierno echara atrás sus planes de ley para “agentes extranjeros”. Como te contamos ayer, esta medida pretendía que las organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación que reciban más del 20% de su financiamiento del extranjero se registraran como “agentes de influencia extranjera". Para muchos, la idea era una súper red flag rusa, porque en este país tienen una ley similar para oprimir a los grupos opositores de la sociedad civil. Ahora, tras la presión de muchísima gente, el partido gobernante, Georgian Dream, salió a dar un comunicado con la cola entre las patas diciendo que retirarían el proyecto. De esta forma, Georgia regresa a la senda de la búsqueda de su membresía de la Unión Europea, ya que muchos funcionarios en Bruselas estaban preocupados porque el gobierno de este país siguiera con la medida.