El gobierno de Italia no se tomó descanso. ¿Y eso? Parece ser que quiere implementar cambios en el ámbito laboral. Resulta que este lunes, 1º de mayo, la primera ministra, Giorgia Meloni, convocó al Consejo de Ministros y aprobó por decreto una reforma laboral parcial sin el consenso de los sindicatos. Como era de esperarse, a estos últimos no les hizo ni pizca de gracia y ese mismo día anunciaron que llevarían a cabo manifestaciones.
Por un lado, esta medida cuenta con varios puntos que pueden beneficiar a las y los trabajadores. Por ejemplo, busca aumentar el salario de aquellos que ganan hasta 35,000 euros anuales. Sin embargo, los sindicatos lo ven insuficiente, ya que es solo hasta fin de año. Asimismo, hay otros asuntos que les generan muchas dudas, como la ampliación de los contratos temporales, que podrían pasar de 12 a 36 meses, así como la contratación de jóvenes que no estudian ni trabajan, ofreciendo una reducción de impuestos a los empleadores que les den empleo. Por ello...
La fecha en la que se lanzó esta reforma hizo que los sindicatos percibieran la situación como una provocación. Incluso Maurizio Landini, el secretario de la CGIL, el principal sindicato del país, comentó al medio La Vanguardia: “¿El Gobierno debía convocar el Consejo de Ministros justamente hoy? Hoy es la fiesta del trabajo, no del Gobierno”. El domingo 30 de abril, los sindicatos protestaron por ser convocados de noche en el Palacio Chigi, sede del Ejecutivo, y, sobre todo, por elegir un día tan "antieducativo" para llevar a cabo la reforma.
La tensión no ha disminuido ni un ápice. Giorgia Meloni tenía planeada una rueda de prensa, pero al final decidió lanzar un video en sus redes sociales mostrándose "orgullosa" de que el Gobierno haya decidido celebrar este día “con hechos, y no con palabras”.
