Se añejó el conflicto
Ha sido una odisea ordenar a las fuerzas políticas que, en teoría, deberían gobernar en Libia. Aunque ya tiene rato que acabó la Primavera Árabe —en donde derrocaron al dictador Muamar el Gadafi—, ya hay tantas facciones e intereses que ha sido imposible llevar a buen puerto al país del Mediterráneo, que lleva años sumergido en una guerra civil. Hoy, las calles de la capital Trípoli terminaron por ser el escenario de enfrentamientos.