Nuevo Laredo fue una vez más el epicentro de un episodio de violencia y resulta que la Guardia Nacional puede estar detrás de todo esto. ¿Khá? Resulta que el pasado domingo —16 de abril— un hombre de 54 años y una adolescente embarazada de ocho meses, junto con su bebé, perdieron la vida en un ataque armado que presuntamente cometieron los agentes de esta corporación.
Además, otras tres personas resultaron heridas. De las cuales, dos de los sobrevivientes de la tragedia contaron en una entrevista con el Comité de Derechos Humanos de la entidad —a la que tuvo acceso El País— que una camioneta de la Guardia los alcanzó en una carretera y, sin motivo alguno, les empezó a disparar para después huir.
De momento, ni la Guardia Nacional, ni la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), ni la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, o la Fiscalía General de la República (FGR) han dicho algo sobre este ataque.
Quien sí salió a comentar al respecto fue Raymundo Ramos, titular del Comité de Derechos Humanos del estado, que dijo: “Tenemos pruebas que evidencian la presencia de la Guardia Nacional en el lugar de los hechos". A lo que añadió: "Hay evidencias muy importantes que todavía no podemos dar a conocer, incluyendo testimonios de personas que no son víctimas directas del caso”
