Las imágenes son escalofriantes. Lahaina, que antes era una ciudad turística en la isla de Maui, hoy está completamente destrozada a causa de los intensos incendios forestales que afectaron Hawái la semana pasada. Aunque los bomberos consiguieron apagar las llamas desde hace días, aún quedan cenizas y humo que complican las labores de rescate en los cientos de edificios y casas destruidos.
Hasta el domingo por la tarde se habían recuperado 93 cuerpos sin vida; sin embargo, todavía hay más de 1,000 personas desaparecidas. El gobernador de Hawái, Josh Green, aseguró que el número de víctimas mortales continuará aumentando pues solamente se ha rastreado el 3% del área afectada.
La tragedia ya se ha convertido en el incendio forestal más mortífero en el último siglo en todo Estados Unidos. Aunque los fuegos iniciaron por una situación natural, miles señalan al gobierno por la lenta respuesta de los equipos de emergencia. Por eso, la fiscal general de Hawái, Anne Lopez, ya inició una carpeta de investigación para deslindar responsabilidades.