El gobierno de China está persiguiendo a las y los uigures. Según la organización Human Rights Watch, los miembros de esta minoría étnica que residen en el país asiático corren el riesgo de ser señalados como “extremistas violentos” e incluso ser interrogados por la policía. Todo esto únicamente por descargar el Corán —el libro sagrado del Islam— en sus celulares. Según la organización de derechos humanos, las autoridades chinas están inspeccionando los teléfonos de las y los uigures con tal de señalarles por sus prácticas religiosas.