Ha de ser terrible llegar a un país y que te traten mal por ser quien eres. Así le está pasando al embajador de Estados Unidos en Hungría, David Pressman, quien también es un abogado defensor de los derechos LGBTIQ+. Fíjate que desde antes que pisara el país para asumir el cargo —junto con su esposo e hijos—, no ha dejado de ser hostigado por grupos conversadores y medios oficialistas, que lo acusan de no respetar los lazos diplomáticos, intervenir en el poder judicial y de amenazar los valores de la gente. No es sorpresa en el gobierno del primer ministro, Viktor Orban, abiertamente anti derechos LGBTIQ+.