Las carteras de los mexicanos por fin dieron un suspiro tras enterarse que, el pasado mes de noviembre, la inflación en el país puso de su parte y alcanzó su nivel más bajo durante el último semestre: llegó al 7.8% en la tasa anual. Así lo reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) este jueves —8 de diciembre— y, con bombo y platillo en mano. Esto representa la mayor disminución desde mayo.
Así hayas aprovechado los descuentos o no, esta gran noticia no hubiera ocurrido si no hubiera sido por El Buen Fin. Además, la directora de análisis económico de Grupo Base, Gabriela Siller, le comentó a El País: “El descenso de precios del componente de mercancías este año ha sido mayor a lo observado en promedio en las quincenas del Buen Fin de años previos”.
A pesar de que todo esto suena como una increíble noticia, el Inegi también dio a conocer algunos datos que podrían resultar preocupantes. Resulta que la inflación subyacente —pssst! aquella que no toma en cuenta los precios de algunos bienes o servicios como las frutas y verduras o la energía— sigue al alza, en un 8.51% a tasa anual. Si damos un pasito para atrás, recordaremos que andaba en 8.42% en el mes de octubre.
Es por ello que los productos que más caros nos salieron en noviembre fueron el chile serrano, que subió un 65.82%, y la electricidad, que aumentó un 20.29%, respecto al mes anterior. Por otro lado, los productos que más baratos nos salieron —sin necesidad de regatear a la doña del mercado— fueron la cebolla y el tomate verde, que disminuyeron un 23.5% y un 15.3%, respectivamente.
Si bien la inflación decidió comportarse decentemente durante el mes de noviembre, es muy probable que vengan medidas duras por parte del Banco de México (Banxico). Ya te acordarás de esta nota la semana que viene, cuando Banxico dé a conocer el paquete de medidas que pretende imponer para enfrentar la crisis económica en México.
