Mientras tanto, el régimen de Irán sigue haciendo de las suyas y esta vez ejecutó a dos hombres que habían participado en las protestas antigubernamentales de los últimos meses. Uno de ellos era Mohammad Mehdi Karami, campeón nacional de kárate de apenas 22 años y el otro Sayed Mohammad Hosseini, un trabajador de una fábrica de 39 años. Fueron ahorcados en la madrugada del sábado en la ciudad de Karaj, cerca de la capital, Teherán. Ambos fueron acusados de supuestamente participar en el asesinato de un paramilitar. Otros nueve manifestantes están condenados a muerte, por si fuera poco.