Luego de que miles de manifestantes en Israel marcharon este miércoles a lo largo de la carretera central de Tel Aviv en contra del proyecto de reforma judicial impulsado por el gobierno de ultraderecha, la policía les reprimió sin piedad. Les lanzó granadas de aturdimiento, disparó con cañones de agua y arrestó a al menos 40 personas; hasta donde se sabe, once están hospitalizadas tras los enfrentamientos. Pero acallar las voces de las personas no será fácil para las autoridades, ya que al mismo tiempo más avenidas principales estaban bloqueadas en diferentes partes del país por protestas en favor de la misma causa.