En medio de una crisis de refugiados, Italia decretó el estado de emergencia migratoria por seis meses, con un presupuesto de cinco millones de euros. La medida fue declarada por el Consejo de Ministros en respuesta a las veces que la Unión Europea ha dicho que Italia no está haciendo mucho para atender los flujos migratorios en el Mediterráneo. Aunque no está del todo claro cómo el Ejecutivo de Giorgia Meloni aplicará la medida, adelantó que se espera agilizar los procesos de acogida; involucrar en las labores a Protección Civil y a la Cruz Roja, aunque también se podrían reforzar los sistemas para identificar y expulsar a refugiados.