Luego de que Masayoshi Arai, el asistente del primer ministro japonés, Fumio Kishida, dijo la semana pasada que no quería ni toparse ni vivir al lado de parejas del mismo sexo, fue despedido de su trabajo. Además, Fumio no tuvo de otra más que disculparse públicamente por los ataques homofóbicos que hizo Masayoshi. Este escándalo puso nuevamente en la mesa la discusión sobre cómo el país debe echarle ganas para garantizar derechos a la comunidad LGBTIQ+ de una vez, pues como sabes las personas queer muchas veces son invisibilizadas en Japón.