Ante esta pinky promise, los líderes presentes comenzaron a analizar de qué forma pueden fortalecer aún más su alianza y se plantearon cómo es que deberían de actuar frente a posibles agresiones. Asimismo, se echaron una deep talk sobre cuáles deberían de ser los siguientes pasos que podrían tomar para seguir echándole la mano a Ucrania.
No está de más contarte que esta reunión se llevó a cabo en vísperas de la sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU, donde se tienen agendadas unas muy necesarias pláticas sobre la situación en Ucrania. Una vez que terminaron las pláticas —y las galletitas—, el presidente Joe Biden regresó a la Casa Blanca.
Mientras tanto en Moscú…
El consejero de seguridad de China, Wang Yi, se reunió en Moscú con el presidente Vladimir Putin. El funcionario Yi le prometió al líder de Rusia que Pekín pondrá de su parte para que se pueda alcanzar una solución política a la crisis en Ucrania. Además, el enviado de Pekín aprovechó la ocasión para echarle flores al Kremlin, presumiendo que sus relaciones son “estables” y que no van a permitir que nadie del exterior les arruine el bromance.
Y ya que estamos hablando de armas, fíjate que este miércoles —22 de febrero— ambas cámaras del parlamento ruso votaron a favor de la decisión que Vladimir Putin tomó a principios de semana sobre meterle freno de mano al tratado de armas nucleares nuclear New Start que había firmado con Washington desde 2011. Aunque, ante esta situación, le tocó al viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Ryabkov, salir a calmar al mundo entero dejando muy claro que esta acción no quiere decir que se avecina una guerra nuclear.