Una nube de gas amarrillo extremadamente tóxica le quitó la vida a 13 personas y afectó a otras 251 en el puerto industrial de Aqaba, en Jordania. El trágico incidente ocurrió cuando el tanque que transportaba el nocivo material se soltó del cable que lo cargaba y así, tras estrellarse en la cubierta de un barco, liberó el material venenoso al ambiente, donde se encontraban cerca trabajadores que quedaron brutalmente expuestos. Las autoridades alertaron a la población aledaña y aconsejaron a los lugareños cerrar puertas y ventanas para evitar más víctimas.