No podían faltar los berrinches
Quien de plano brilló por su ausencia, fue el mismísimo expresi Jair Bolsonaro, que de plano dejó colgado a Lula en la tradicional entrega de la banda presidencial. Resulta que desde el pasado viernes —30 de diciembre— tomó un avión a Florida, azotando por fuera la puerta de su administración.
Antes de todo este drama, transmitió en vivo un discurso de despedida en el que, si bien se quejó sobre lo injusta que fue su derrota electoral, se tomó un momento para reconocer que una nueva administración lo relevaría el domingo. Asimismo, concluyó pidiéndole a sus seguidores que le bajen dos rayitas a las violentas manifestaciones que llevan realizando desde que se dieron a conocer los resultados electorales. “Demuestren que somos diferentes del otro lado, que respetamos las normas y la constitución”, fueron sus palabras.
¡Saquen las caipiriñas!
En fin… quienes sí estuvieron presentes en la toma de posesión de Lula fueron líderes indígenas, ambientalistas, ministros y la primera dama, Rosángela da Silva, así como Beatríz Gutiérrez Müller, la esposa del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. Asimismo asistieron más de 60 representantes extranjeros y 17 jefes de Estado.
Por otro lado, cientos de miles de brasileiros acudieron a la capital de Brasil el día de Año Nuevo para asistir al "Lulapalooza", un carnaval en la que festejaron con samba y caipiriñas la llegada de su nuevo líder.