Un hecho que se veía venir…
De por sí el horno no está para bollos en la ajetreada Brasil y, aún así, el nuevo presidente Lula da Silva no dudó en destituir al comandante del Ejército, Júlio Cesar de Arruda este sábado —21 de enero—. La orden llegó de manos del ministro de Defensa, José Múcio, seis días después de que The Washington Post sacó a la luz un artículo donde exhibía que el alto mando militar protegió al fandom del expresidente Jair Bolsonaro para que el pasado domingo —8 de enero— se refugiaran frente al cuartel general del Ejército después del asalto que llevaron a cabo en contra del Palacio Presidencial, la Corte Suprema y Congreso.