Dicen que lo importante no es llegar, sino disfrutar del camino… Así con la nave espacial rusa “Luna-25”, la cual se estrelló en la superficie de nuestro satélite natural mientras intentaba llegar a su polo sur, una zona que ha acaparado el ojo de los potencias por las reservas de agua que tiene. De esta manera, Moscú se anotó un fracaso en la primera misión lunar que llevaba a cabo en 47 años. Al respecto, la agencia espacial del Kremlin, Roscosmos, contó que su sonda se desvió en la órbita por una maniobra previa al aterrizaje. Luego de esto, perdieron contacto y seguro también los ánimos.