Madres y hermanas de jóvenes encarcelados en El Salvador acusan arbitrariedad en las detenciones

Las madres y hermanas hablan por ellos

Las personas han sido arrestadas por, supuestamente, pertenecer a bandas delictivas de El Salvador. Pero, de acuerdo con madres y hermanas de los hombres arrestados, que hablaron con The New York Times, en la mayoría de los casos se tratan de detenciones arbitrarias, como en el caso de Irvin Antonio Hernández, quien fue arrestado luego de salir detrás de su hermanita, que estaba persiguiendo a sus perros; fue esposado así sin camisa ni zapatos. Él se dedica a la venta de frutas y verduras.

Hasta ahora, lo que sucede es que llevan a los jóvenes a la prisión “El Penalito”, que se encuentra en San Salvador, la capital; en este edificio, que está ya prácticamente en ruinas, se viven situaciones extremas de represión por parte de la policía así como tratos violentos. Lo que ha sucedido con los últimos arrestos, de acuerdo con las madre, es que, luego de llegar al “Penalito”, comienza un largo camino de incertidumbre, ya que no se sabe cuándo saldrán o qué sentencia se les dará. Cabe mencionar que en este centro penitenciario hay una sobrepoblación.

La parte más difícil

La parte más complicada, y seguramente más dolorosa, es que docenas de madres, al igual que abuelas, hermanas e incluso novias, se han quedado sin más noticias de sus hombres cercanos después de los arrestos. Recientemente, varias de ellas se reunieron frente a la prisión a la espera de alguna noticia, muchas con bolsas donde llevaban todos los documentos que pudieran tal vez probar la inocencia de sus familiares arrestados; algunas llevaban credenciales de la escuela, de los trabajos que ellos tenían, o inclusos sus identidades oficiales del gobierno para probar su inocencia. Todas estas mujeres no forman parte de ningún grupo político organizado, solo quieren ver a sus hijos una vez más.