Desde hace tiempo, México y Estados Unidos traen un temita agrícola. Todo viene desde febrero de este año, cuando López Obrador firmó un decreto para prohibir todas las importaciones de maíz transgénico. ¿Su argumento? Que este tipo de cultivo ponía en riesgo la salud de las personas y las especies “ancestrales” del país. El tema es que casi todo el maíz que produce Estados Unidos es genéticamente modificado, así que Washington pegó el grito en el cielo con el decreto mexicano. La decisión de prohibir una importación entre socios viola el T-MEC, aunque el texto sí tiene un apartado donde sostiene que estas medidas se pueden tomar si representan un riesgo para la salud pública.
Por eso, Estados Unidos pidió que México argumentara con bases científicas su decisión. Esto no ocurrió durante los meses de consultas entre los países, así que este jueves la Representante Comercial estadounidense anunció que abrirá un panel de disputas. Esto quiere decir que ahora un grupo de jueces decidirá quién tiene la razón. ¿Y qué pasa con el que pierda? Se le impondrán sanciones. maiz