Pendiendo de un hilo
El primer ministro de Italia, Mario Draghi, presentó su renuncia, aunque fue rechazada por el presidente, que quiere ganar tiempo para evitar que colapse el gobierno.
El primer ministro de Italia, Mario Draghi, presentó su renuncia, aunque fue rechazada por el presidente, que quiere ganar tiempo para evitar que colapse el gobierno.
Puede que estemos en la antesala de la avalancha política de Roma, ya que el gobierno italiano está a un pelito de rana calva de colapsar. Esto porque el primer ministro, Mario Draghi, amagó con renunciar a su cargo en medio de una serie de protestas encabezadas por el Movimiento 5 Estrellas –aka M5S– y una votación de confianza en el Senado. Básicamente se hartó y no le ve futuro a un gobierno tan fragmentado. Esto, por supuesto, encendió las alarmas en el Ejecutivo ante lo que parecía una crisis inevitable.
Aunque de último minuto, justo cuando el primer ministro presentó su renuncia al presidente, Sergio Mattarella, este se la negó e impidió que dejara su cargo. Al final, si bien esto no soluciona nada, sí le da tiempo al mandatario de planear una estrategia de cara a la tormenta. De momento, la renuncia de Draghi está congelada en la oficina presidencial hasta el miércoles, cuando tendrá que pararse en el Parlamento para dar los porqués para abandonar el cargo.
“Quedan cinco días más de trabajo para que el Parlamento pueda confirmar su confianza en el gobierno de Draghi e Italia pueda salir de la dramática caída en picado en la que está entrando en este momento”, dijo Enrico Letta, líder del Partido Demócrata, en una publicación de Twitter.
Mario Draghi es todo un sujeto reconocido y admirado en Europa. Incluso lo han apodado como “Super Mario” por el papel que jugó en la salvación económica del euro cuando le tocó ser presidente del Banco Central. O sea, una leyenda para varios.