¡Tu-rurú!
El gobierno de la Ciudad de México decidió meterle una muy merecida manita de gato —o, en este caso, garra de tigre— al Metro de la Ciudad de México, específicamente al tramo elevado de la Línea 9 que se encuentra por la terminal Pantitlán. El asunto es que hace 10 meses el Instituto para la Seguridad de las Construcciones realizó una inspección, tras la cual se llevaron a cabo siete sondeos geotécnicos y dos análisis para medir la resistencia de la estructura ante un sismo; luego de esto se concluyó que si bien “la estructura no ha perdido apoyo” sí necesita una arregladita “urgente e inmediata”, sobre todo en los 22 puntales de acero que se encuentran en las columnas que sostienen al metro.