¿No mires arriba?
Una nueva velada intergaláctica tendrá lugar la tarde de este lunes a 11 millones de kilómetros de la Tierra… si las leyes de la física lo permiten y los cálculos no fallan. Lo que pasa es que un grupo de científicos e ingenieros de la NASA tienen agendado un especial encuentro entre una de sus naves espaciales y un asteroide llamado Dimorfo —que a su vez orbita un asteroide más grande llamado Didymos—, quienes se darán un beso mortal que terminará desviando ligeramente la trayectoria original del cuerpo celeste.